Historia
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¡Situado al norte de la iglesia abacial de Cluny y, por tanto, en una posición privilegiada, el Museo de Arte y Arqueología fue originalmente el palacio del 42º abad de Cluny, el abad Jean de Bourbon !
Abad Jean de Bourbon
Un hombre de gusto
El 42e abad de Cluny, Jean de Bourbon, eligió este lugar para construir su residencia. Un emplazamiento virgen en la colina, al noreste de la doble entrada del monasterio. Jean de Bourbon, nacido en 1413, era hijo bastardo del duque Jean I de Bourbon. Obispo del Puy desde 1443, fue recomendado por el rey Carlos VII de Francia a los monjes de Cluny, que lo eligieron abad por unanimidad en 1456. Sucedió a Eudes de la Perrière y conservó al mismo tiempo su obispado.
Dejó tras de sí el recuerdo de un hombre sencillo, culto y piadoso. Criado en Aviñón en un ambiente en el que artistas y escritores desempeñaban un papel importante, hizo gala de un gusto ilustrado. Si su abbacial de 29 años estuvo marcado por la lucha contra la decadencia de la Orden de Cluny, también lo estuvo por sus esfuerzos por embellecer la abadía.
En Cluny hizo construir su capilla privada y reparó las campanas y las bóvedas de las naves de la iglesia. Enriqueció el tesoro con numerosas piezas de orfebrería y tapices, y proporcionó a los monjes un gran número de manuscritos y obras impresas, que se encuentran en la antigua biblioteca del palacio.
© Philippe Berthé / Centre des monuments nationaux
La construcción del palacio
La construcción del palacio abacial
Se desconoce la fecha exacta de construcción del palacio de Jean de Bourbon. Podría situarse entre 1456, fecha de la elección del abad, y 1485, fecha de su muerte. Desviándose de los preceptos de la Regla de San Benito, el edificio se construyó lejos del claustro, aunque permaneciendo dentro de los muros de la abadía.
La antigua residencia del abad era de difícil acceso, y las visitas de altos dignatarios e invitados extranjeros perturbaban el silencio que debía reinar en el claustro.
Jean de Bourbon compensó al deán del monasterio por un terreno baldío cerca de la entrada de la abadía y frente a la cruz más grande del monasterio. Allí echó los cimientos de una nueva residencia abacial con cómodas y suntuosas instalaciones, junto con un huerto en el lado este, plantado de vides y árboles frutales de diversos tipos.
Extracto de la Bibliotheca cluniacensis, publicada en París en 1614
© Centre des monuments nationaux
Arquitectura gótica
Desde el principio, este gran edificio principal, hoy monumento protegido, se enriqueció con un claustro al norte. En el siglo XVI, pasó a formar parte de un complejo residencial, unido por galerías suspendidas al palacio construido por el sucesor de Jean de Bourbon, el Palais Jacques d'Amboise (actual Hôtel de Ville) y al de Claude de Guise, situado actualmente sobre la puerta de entrada de la abadía.
El estilo gótico del Palacio Jean de Bourbon es típico de las casas señoriales del siglo XV. Al este, una torre alberga la gran escalera de caracol. Conduce a todas las plantas y termina en una pequeña sala redonda que ofrece una hermosa vista panorámica. La fachada exterior se caracteriza por la planta noble, con cuatro altas ventanas ajimezadas de doble travesaño. Las dos figuras que adornan las ventanas de la izquierda son similares a las figuras de profetas de las consolas de la capilla Jean de Bourbon de la abadía.
La puerta de entrada es de estilo clásico, y en el interior hay tres chimeneas cuya decoración ha sido restaurada. Se pueden ver los escudos de la ciudad de Cluny, los de la abadía de Cluny y los del abad Jean de Bourbon.
© Patrick Tourneboeuf / Centre des monuments nationaux
la creación del museo de arte y arqueología
Salvaguarda de los vestigios de la abadía
La historia del Museo de Arte y Arqueología, la elección de su edificio y el desarrollo de sus colecciones están estrechamente ligados a la destrucción de la iglesia abacial. Convertido en propiedad nacional en 1789, el Palacio Jean de Bourbon se libró del saqueo que tuvo lugar cuando se desmanteló la abadía. Fue adquirido por un particular, Jean-Baptiste Constance Meunier, el 20 de enero de 1797.
A principios del siglo XIX, Jean-Baptiste Ochier, médico, heredó el palacio abacial y decidió instalar allí sus colecciones. A su muerte, en 1864, la viuda del Dr. Ochier lo donó a la ciudad de Cluny para crear un museo.
Auguste Pécoul fue nombrado conservador del futuro museo. Aumentó considerablemente las colecciones del museo gracias a las donaciones. No se conocen bien los detalles de la constitución de las colecciones. Sin embargo, parece que fue el apego de los habitantes de Cluny a su patrimonio lo que permitió salvar algunos restos de la iglesia abacial.
El museo seinauguró el 15 de agosto de 1866. Desde entonces, ha experimentado numerosas transformaciones y sus colecciones se han enriquecido con los descubrimientos realizados durante diversas excavaciones arqueológicas en la abadía y en obras de la ciudad. El Museo de Arte y Arqueología es un museo municipal abierto al público en el marco de una colaboración entre la ciudad de Cluny y el Centro de Monumentos Nacionales. Todas las obras expuestas pueden consultarse en la base de datos Joconde, el portal de las colecciones de los museos franceses.
© Centre des monuments nationaux
Una colección esencial
Vinculada a la abadía de Cluny
Descubra el esplendor de las decoraciones esculpidas que adornaban la gran iglesia abacial del siglo XII (Cluny III) y la ciudad medieval. Tres plantas del Palacio Jean de Bourbon están abiertas al público. La planta superior está dedicada a los almacenes. Las dos salas del sótano están dedicadas a esculturas y fragmentos arquitectónicos de la gran iglesia abacial románica de Cluny, entre los que se encuentran elementos de la portada principal, fragmentos de frisos, claves de bóveda y capiteles finamente esculpidos.
La historia de la civilización de Cluny comienza en 910. En la época carolingia, Carlomagno, heredero del Imperio Romano, quiso construir una iglesia poderosa. Su hijo, Luis el Piadoso, fundó una abadía directamente bajo la protección de Roma. Su abad actuaba como mediador entre los poderes políticos y el Papa. Cluny fue la casa madre de 1.400 dependencias. Impuso la unidad de observancia en los monasterios según la regla de San Benito. Esta regla establece la vida de los monjes en 75 capítulos. Vendida como propiedad nacional en 1798, la abadía fue desmantelada y su iglesia casi destruida.
© Philippe Berthé / Centre des monuments nationaux
Vinculado a la ciudad monástica medieval
Las salas del primer piso albergan piezas escogidas por su belleza y representatividad de la rica colección de esculturas de casas medievales de Cluny. La historia de la villa permite comprender el gran desarrollo de la decoración de las casas de Cluny entre los siglos XII y XIV.
La primera mención del pueblo se remonta al año 994 y aparece en el Concilio de Cluny. de Anse, organizado por el arzobispo de Lyon. El concilio confirmó la inmunidad de Cluny y prohibió a los señores recaudar impuestos o combatir en las tierras y en la ciudad de Cluny, que siempre habían sido parte integrante del dominio de la abadía.
Desde el punto de vista económico, la comunidad monástica se hizo cada vez más poderosa. Emplea a criados laicos que viven en la ciudad con sus familias. A finales del siglo XI, las necesidades materiales de la abadía aumentan y el comercio se desarrolla . a sus puertas.
La aparición del denario de Cluny, acuñado in situ, atestigua esta intensa actividad. En 1109, la ciudad alcanzó su apogeo. Ricos y pobres convivían. Había mercaderes, soldados, clérigos, pañeros, panaderos, barberos, molineros, toneleros, carpinteros, azulejeros, carniceros, curtidores, tejedores, etcétera.
Sus casas tienen entre dos y cuatro pisos. En la planta baja, un gran vano, a menudo ojival, da acceso a la tienda o taller. A la derecha, una pequeña puerta da acceso al piso superior. El piso superior está iluminado por una serie de vanos interrumpidos por pequeñas columnas y pilastras, conocidos como claristorios.
© Centre des monuments nationaux
La sala de bellas artes
El museo de arte y arqueología, conocido por sus excepcionales colecciones de esculturas del pueblo monástico y de la abadía de Cluny, también conserva en sus reservas colecciones de diversa índole (arqueología, numismática, ciencias naturales, artes decorativas, bellas artes, etc.).
En 2019, durante las pruebas de las pinturas (desde finales del siglo XVI hasta principios del siglo XX), el equipo del museo constató el muy preocupante estado de conservación de las obras. La ciudad de Cluny, propietaria de las colecciones, y el Centro de monumentos nacionales, emprendieron entonces un programa plurianual para restaurar las pinturas, con el apoyo de la Dirección Regional de Asuntos Culturales de Borgoña-Franco Condado y de los Amigos del museo (AMAAC). Las primeras obras restauradas son emblemáticas de la colección del museo. Hoy se presentan en esta sala.
© Centre des monuments nationaux / Florian Galletti
La antigua biblioteca
Finalmente, la última sala del primer piso alberga una antigua biblioteca de madera que contiene 4.000 volúmenes, de los cuales casi 1.800 obras proceden de la abadía. El resto procede del fondo antiguo de la biblioteca municipal, de donaciones privadas y de intercambios entre la ciudad y el Estado en el siglo XIX.
Hoy en día, una máquina de lectura permite hojear las páginas de estas famosas obras, cuya caligrafía se ha conservado intacta.
© Centre des monuments nationaux
